Volviendo a las raices

Ciclos terminan, circulos se cierran… caminos se abren, oportunidades aparecen… estoy entrando en una etapa de transicion en mi vida… en la que he tomado decisiones que cambiaran el rumbo que tomare de ahora en adelante.
Antes de continuar caminando por el camino que he eligido, decidi regresar por un tiempo a “mis raices”, mi Mexico… y mas importante, regresar a mi familia y amigos. Este ha sido un viaje de recuerdos, risas, sentimientos encontrados, calidez humana… pero sobre todo, un viaje que me ha ayudado a poner en perspectiva lo que quiero de mi y para mi, lo que no quiero ser y en lo que quiero convertirme para quien camine a mi lado, para poner los pies de nueva cuenta en el punto inicial del camino que me llevo a la tierra del sol naciente y reforzar el ideal que, de la mano de la maldita necedad, me ha mantenido de pie durante los últimos años.

Durante estos dias he disfrutado inmensamente a mi familia, me ha dolido darme cuenta de golpe que no pude ver a los mas pequeños acrecentar poco a poco sus experiencias, he gozado el ver como la distancia no debilita nuestros lazos ni envejece nuestras bromas… el simple hecho de poder abrazarles, o de compartir la sobremesa con una platica casual, me fortalece y me da animo para continuar creciendo al saber que siempre seran mis aliados y yo el suyo. Simple y sencillamente no imagino mi vida sin ellos… siempre lo he dicho, no seremos la familia perfecta, pero a quien le importa cuando cuando uno disfruta la vida junto a ellos de esta forma 🙂
Reunirme con algunos de mis amigos en Mexico fue otra experiencia que me hacia falta… compartir una cerveza o un cafe mientras recordamos “hartas tarugadas de aquellos dias”, hablar de los planes en curso y los objetivos que cada uno de nosotros quiere alcanzar… o simplemente reír como “babosos” por el puro gusto de reunirnos, darnos cuenta que los años le han cobrado la cuenta a cada uno de nosotros de manera distinta pero que nos vale madre y al final encontramos algo de que burlarnos… habremos cambiado de muchas formas, pero yo sigo reconociendo en cada uno de ellos las cualidades que me hicieron depositar en cada uno mi confianza y cariño.
Recorrer una vez mas las calles de la ciudad que me vio crecer durante 17 años fue emocionante… darme cuenta de que hay historias nuevas, reencontrarme con tantos paisajes familiares y sentir que no han perdido su encanto, volverme a enamorar del cielo de Aguascalientes y sus atardeceres en que el cerro del muerto se traga el sol mientras las nubes observan con un tono diferente al de la mañana… ademas de darme cuenta que sigue habiendo cosas que no me gustan de la ciudad… ¿pero quien chingados es perfecto? 🙂

Este viaje tambien “se trato” de hacer tramites, cerrar ciclos y agradecer a quienes me han apoyado. Uno de los cambios mas significativos en el camino que he tomado fue mi decisión de no regresar a la universidad donde trabaje como docente/administrativo hasta 2008. En aquel entonces, mi plan era regresar despues de terminar la Maestria/ Doctorado y reintegrarme a la universidad, solo que en un area mas academica y (tal vez) con oportunidad de hacer investigacion o tener un grupo relacionado a esta (sin llegar a ser laboratorio). Sin embargo, para bien o para mal (lo sabre cuando coseche algun resultado), decidi tomar una oportunidad para seguir haciendo investigacion en el pais del sol naciente. ¿Razones?, la neta son muchas y no considero a mi blog el espacio correcto para exponerlas. En fin, mi intencion era regresar para hablar de frente y sinceramente con las personas que necesitaba hacerlo y con las que me nacia hacerlo. La universidad, con todo y los malos ratos, me dio mucho y creo que no merecia menos de mi parte.
Disfrute un chingo y di por terminados algunos pendientes en este viaje… pero es hora de regresar a Japon a continuar con mi vida… a intentar alcanzar mis objetivos paso a paso y descubrir nuevos retos a vencer mientras intento hacer camino.
Hasta luego Mexico, hasta luego familia y amigos… voy y vuelo, por que con ustedes estan mis raíces que nunca he de olvidar y con ustedes he de compartir mis frutos.
¡Los quiero un chingo!